Prólogo
Natalicio quisiera cogerse a mi hermano todo el tiempo. Es el mono que no repara en restregarse la bichola cuando pasa un cuerpecito apetitoso frente a él. Le conocí en Obregón, hace …diez años ¡Qué rápido! En realidad fueron once, pues desde que estuve en el Salesiano nos llegamos a saludar. Era compa del barrio de un amigo del salón, junto al cual me versé a nalguear una morrilla, la Elizabeth güerita, una chamaca piernuda de diez o nueve años, ya desde la merecía, es como una nalgada eterna la que le dedico. Les contaba del Nata, la Nata, una jota no tan jota, ente sexual que dispara su punta pa´ todos lados también apachurra sus bases en el farol del mundo. Rapidito les cuento que cuando la profesora nos interrogó a mí y al Jorge, por separados, como nalgueamos, no vayan a pensar que le dimos a la Eli al mismo tiempo, ni estoy seguro si él le dio a la misma y ahora que me acuerdo creo que le di a la Maritza, la Elizabeth se me antojaba con esas piernas lisas largas blanquizcas doraditas, ayuyey – pues la Cuquita profe nos preguntó qué purrum con que la Maritza le dijo había dádole una nalgada – me solté riendo incontenible e inacotablemente, ríe y risa, primero pensé que aquello según Paco había sido un agarrón –amacizar el bonche suavemente -calar textura calidad -cachete- no una palmada, mmm, pero da igual. Pensaba para a responder algo pero la risa nerviosa resultó mejor argumentación; me avienta pa´ dentro del salón, la raza me pregunta qué pedo, empiezo a soltar la sopa entre risas pero jsjsjijijejejajajajajaj
Y el Natalicio será, si alguien tiene el honor de coger con las y los dioses, quien les empaque.
Pues ai les voy a Obregón con el raite del Nato quien estudiaba en termosillo, ocho años después. Siempre me ha encantado ir a Obregón, su carro era rojo, le dí veinte pesos por la ida y vuelta, parlamos un madral, que bueno porque si no se aburría y en esas rectas tan largas una ida de rollo y a la chingada. Me contó cuando se quedó con las ganas de clavarse a fulana en equs fiesta, le tocó jetearse al lado del carnal, bajo la sábana, nomás traían bóxer, una metidita, ándale ahí está de volada en corto, quita calzoncito, es que ando bien filoso, traigo todas las ganas no seas mamón, una nalguita, vamo pue pero el Benja apretó el chocho: no, no estés fregando. Tanto que deseaba fregársele, pobre Nato, la pirinola que se tuvo a hacer no le dejó satisfecha la piel esa del abdomen, que necesita darse unas estrelladas, la entrepierna que cuando impulsa aprieta y el fierro te endereza, la nalgita botante, el olor de la cueva la nuquita que se agarra greñas jala interior empapa, córrele córrele que ai te voy papito, ten súfretelo, sufrágaloo, amatabee embóscalo en tus intestinos Nata necesitaba meter esa noche, podía ignorar el cosquilleo del culo, se podía meter un dedo de nadie hacerlo mientras follaba, pero el latido de esa bichola firme exprimida por las manos le hizo tragar con furia el menudo de las crudas. Sus cogidas somnolientas soltaba habla en maravillosa voz. Pff, jojajajaja, había una morra que en cierta fiesca entró a la sala rechazada, piratona la chocha, 50 varos al que me coja, coger quería coger, ni siquiera un recorrido por la piel, la vagina es lo que le estaba hirviendo, duro directo hacia dentro. Más tarde, la tuvo que ponchar pues se quedó abanicando ante no se cuál, ya ni pedo, le tapó la cara, jajajajaaj le abrieron la puerta! Del pinche quemadón todavía se sobaba. Hasta una tipa lo mandó lejos por saber queso. O porque ya muchos lo sabían. O porque entre una verga fantasma y un retrato vivo del muerto la satisfacían.
De pronto me acordé que hace más de un año me dijeron el wey se perdido en el desierto, ni seguí el asunto, pero si no lo han encontrado yo se que está culeando, contra los sahuaros y las piedras, ponchando a la madre tierra, recibiendo la puesta del sol con la sensibilidad de sus entrañas que sólo la entrada anal le ha permitido despertar.
También viajando comentó que mi carnala se veía más calmada que nosotros, los dos birotes (lo que sea, pero) se me hace que se la estaba imaginando a oscuras, siendo pulsada.